BUENOS AIRES, 22 Mar. (Mario Poliak) -
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó hoy que está dispuesta a "dar el debate" a favor de la participación militar en la represión al narcotráfico, en un abierto desafío a la oposición manifestada por la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien recordó que "por ley" les está vedado actuar en cuestiones de índole interna.
Bullrich instó a "dejar atrás las heridas" y "mirar hacia el futuro". Fue su respuesta a la advertencia de Villarruel, quien a pesar de reinvindicar la actuación militar durante la dictadura, recordó que los miembros de las Fuerzas Armadas que participaron en la lucha contra la subversión "hoy están presos".
En tal sentido, dijo que, para que la propuesta de Bullrich pueda ser viable, el Congreso debería modificar la Ley de Seguridad Interior, que veta la actuación militar en otras cuestiones que no sean las de defender la soberanía del país ante una amenaza proveniente de otro Estado reconocido.
Las diferencias entre Bullrich y Villarruel no son sobre este tema únicamente. La vicepresidenta no termina de digerir que, tratándose de una "experta" en temas de seguridad, como la presentara alguna vez el presidente Javier Milei, esa responsabilidad haya quedado en manos de la ex titular del PRO.
Bullrich, con el apoyo de su ex compañero de fórmula y actual ministro de Defensa, Luis Petri, viene planteando que las Fuerzas Armadas deberían tener un rol más activo en la represión al narcotráfico que el mero apoyo logístico (no con armas) a las fuerzas de seguridad que actúan en Rosario. Incluso, con efectivos y pertrechos de ser necesario.
"No estoy de acuerdo, lo dije en campaña y lo sigo sosteniendo. La función de las Fuerzas Armadas no es combatir a civiles, creo que había quedado claro con el tema de los '70. El narco es un civil para el Derecho. En los '70 se combatió al terrorismo, ¿dónde están los que lo combatieron?: Presos", recordó Villarruel, durante el primer reportaje mano a mano que da desde que llegó a la Vicepresidencia.
En realidad, Villarruel no lo dijo pero esos militares están presos por los métodos ilegales utilizados en el combate a la guerrilla.
Petri le respondió casi inmediatamente que, el actual, "es otro contexto" que el de los años 70, en tanto hoy Bullrich la desafió a "debatir" el tema.
"Es un debate que estoy totalmente dispuesta a darlo con la vicepresidenta: En este momento, si vamos a tomar esa parte de la historia, o si vamos a dar vuelta esa parte de la historia y vamos a analizar el futuro de estas Fuerzas Armadas", puntualizó.
Instó a reflexionar "si el hecho de haber participado en esa parte de la historia (por la dictadura) hace que ahora queden paralizadas", y si bien dijo que entiende "la preocupación" de la vicepresidenta, advirtió que "el país tiene que poder salir de sus heridas y avanzar hacia el futuro".
"Las FFAA hoy son parte de la democracia. Además, lo que se está discutiendo respecto al pasado no es sólo haber participado del combate al terrorismo, sino cuáles fueron los métodos que el Estado usó para combatir el terrorismo. Los militares le tienen miedo a esa etapa, pero hay que superar los miedos que en la Argentina hemos tenido, como estamos superando los miedos en todos los campos para ir con leyes más duras contra la inseguridad", exhortó.
"Este es un momento en el que tenemos que hacer un quiebre de lo que ha sido lo políticamente correcto para ir a lo que necesita la sociedad. Y esa es la discusión que tenemos que dar en este momento", cerró Bullrich.
El Poder Ejecutivo tiene previsto enviar al Congreso un proyecto que establece una serie de modificaciones a la Ley de Seguridad Interior, abriendo la posibilidad de que las FF.AA. participen activamente en la lucha contra el narcotráfico.
La norma que está en vigencia, que es uno de las pocas cuestiones que forman parte del consenso democrático tras la salida de la dictadura, solo prevé algunos escenarios específicos para la intervención militar en cuestiones internas, como es el de acciones de apoyo a las fuerzas de seguridad a requerimiento de un comité de crisis.
Esa es la razón por la que el Gobierno se empeña en calificar de "narcoterrorisimo" a la actuación de estas bandas en Rosario. Además, necesitaría del requerimiento del gobernador provincial.
En ese caso, la legislación establece que los militares puedan efectuar patrullaje, control de personas y vehículos, suministrar seguridad a instalaciones y detener en flagrancia a personas que cometan delitos, entregándolas a la autoridad judicial, pero no combatir directamente contra la delincuencia.