ARGENTINA, 10 Jun (EUROPA PRESS)
En un reciente acto realizado en la sede del Partido Justicialista (PJ, peronista), la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) convocó a sus seguidores a movilizarse en un contexto donde enfrenta la posibilidad de ser condenada por el Tribunal Supremo. Durante el evento, se definió a sí misma como "una fusilada que vive", en alusión a la tensión política y judicial que atraviesa.
La también exmandataria alertó sobre la agitación política que se desató tras el anuncio de su candidatura hace una semana, lo que según ella evidencia un ataque coordinado por lo que denominó el "Partido Judicial". A través de la red social X, Fernández de Kirchner expresó su preocupación por las consecuencias que enfrentaría su movimiento político, en particular el impacto sobre su capacidad para competir en las próximas elecciones legislativas de septiembre.
En un tono desafiante, cuestionó el objetivo real detrás de su posible condena, preguntándose si su detención resolvería los problemas económicos y sociales de Argentina. "¿Creen que van a solucionar esto metiéndome presa? Dale, meteme presa. ¿Y qué van a hacer? ¿La gente va a ganar más plata? ¿Le van a subir el salario a los argentinos? ¿Van a financiar las escuelas y los hospitales? ¿Van a pagar la deuda con el FMI y con los bonistas?", interrogó a sus detractores en un intento por destacar las dificultades que enfrenta el país.
Este llamado a la movilización por parte de Fernández de Kirchner subraya la creciente polarización en el escenario político argentino, con una figura emblemática del peronismo desafiando abiertamente las acciones del poder judicial, en un momento crítico para su futuro político y para el del movimiento que lidera.