Publicado 03/04/2024 09:15

ARGENTINA.-En un gesto a EE.UU., el Gobierno revisaría el contrato con China por la base en Neuquén

Archivo - Banderas de Estados Unidos durante un acto de acceso a la ciudadanía para inmigrantes
Archivo - Banderas de Estados Unidos durante un acto de acceso a la ciudadanía para inmigrantes - AL DIAZ / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo

BUENOS AIRES, 3 Abr. (Mario Poliak) -

En coincidencia con la llegada al país de la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, el Gobierno dejó trascender que revisará el contrato que la administración de Alberto Fernández firmara con China por la base espacial en la provincia de Neuquén.

No cabe duda de que la medida es un "gesto" a Washington, que viene presionando contra el observatorio que, en palabras del embajador en Buenos Aires, Marc Stanley, "ni los argentinos saben qué hace China allí".

La visita de la generala del Ejército norteamericano, que se inició ayer tal como estaba previsto, sucede a otra de hace pocos días del director de la CIA, William Burns, quien planteó el interés de su país de que la inteligencia argentina se base en las actividades políticas y comerciales chinas en la región.

Al igual que Burns, Richardson se reunirá con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, audiencia a la que también se sumará el ministro de Defensa, Luis Petri.

Según trascendió de fuentes oficiales, el gobierno de Javier Milei habría recibido un "alerta" de diplomáticos y funcionarios estadounidenses sobre supuestas actividades chinas que exceden los objetivos "estrictamente científicos" planteados en torno a la estación.

Según se indicó, el Gobierno realizará una "revisión técnica" de los contratos firmados con china para la Estación de Espacio Profundo "CLTC-Conae-Neuquén". Las fuentes indicaron que "hay algo raro con los contratos de la base" y argumentaron que "se les dio un territorio donde prácticamente Argentina no puede entrar".

La base está ubicada al norte de Bajada del Agrio, antes del puente del río Salado, sobre la Ruta Provincial 33, en la región montañosa de la Patagonia.

Entre las "rarezas" halladas se señaló que apenas un "10 por ciento del tiempo de la antena de la base lo debe utilizar la Argentina".

Esta situación, de concretarse, sumaría un nuevo roce en las ya complicadas relaciones entre Buenos Aires y Beijing, que se vienen produciendo desde que el presidente Javier Milei llegara a la Casa Rosada, el 10 de diciembre pasado.

La última ocurrió cuando el ministro Petri se grabó a bordo de un Hércules que formaba parte de un inédito despliegue de patrullaje por mar y aire contra un buque de bandera china que navegaba presuntamente dentro de las 12 millas de aguas que pertenecen al país. La embajada del gigante asiático luego desmintió que el navío estuviera pescando ilegalmente en el mar territorial argentino.

Previo a ello, y en un hecho inédito para la diplomacia argentina, la canciller Diana Mondino trabó relación oficial con la representación de Taiwán, que para Beijing forma parte de su territorio nacional.

Además, Argentina anunció su renuncia a ingresar al grupo de países BRICS, al que había sido invitado por China y Brasil, y también desistió de adquirir los aviones cazas ofrecidos por Beijing a menor precio que los F-16 que, todo parece indicar, terminará comprando a Dinamarca con el OK de Washington.

Stanley, en tanto, viene presionando para que la administración Milei revea los acuerdos estratégicos firmados por el gobierno anterior. "Me sorprende que la Argentina permita que las fuerzas armadas chinas operen en Neuquén", exageró el diplomático en una declaración pública formulada previa a la llegada de Burns.

A ello, china respondió que "la Estación de Espacio Lejano en Neuquén es una instalación de cooperación tecnológica espacial. Los científicos de Argentina y de China tienen acceso al uso de esta estación para investigación científica".

Además, el país asiático recordó que en 2019 la cancillería argentina y CONAE (Comisión Nacional de Energía Atómica) coordinaron una visita de representantes diplomáticos, incluyendo de Estados Unidos, a la estación".

Además de este tema, Estados Unidos está interesado en el control de la Hidrovía Paraná-Paraguay, por donde pasa buena parte del comercio intrarregional, donde también China posee intereses propios.