BUENOS AIRES, 26 Abr. (Mario Poliak) -
El conservador presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, sorprendió a propios y extraños cuando, en un ámbito dominado por las ideas del liberalismo, defendió el rol del Estado en materia de igualación social.
Lacalle Pou participó de la gala anual de la Fundación Libertad, un ámbito más vinculado con Mauricio Macri que con el propio Milei, quien no obstante fue, por obvias razones, la figura central de la noche, en la que también se notó la presencia del español José María Aznar.
En contradicción con el pensamiento que sustenta el jefe del Estado argentino, Lacalle Pou valoró la necesidad de un "Estado fuerte", con lo que marcó diferencias entre un neoliberalismo que mejor le calza al mandatario oriental, antes que el liberalismo libertario de Milei, más volcado hacia el anarcocapitalismo.
Al hablar previo a que lo hiciera Milei, Lacalle Pou analizó lo que denominó "la receta Uruguay", diferente a la política que aplica la Casa Rosada.
"Nosotros contamos con un elemento poderosísimo, que es la cohesión social; sin eso no hay posibilidad de gozar de la libertad individual. Si el todo no está bien es imposible ser libre en el mundo moderno", dijo el mandatario uruguayo.
Su mensaje no fue seguido por Milei, quien llegó al lugar del encuentro poco después de que cerrara su discurso el líder de la derecha uruguaya que terminó con 15 años de hegemonía del izquierdista Frente Amplio.
Lacalle Pou aclaró, no obstante, que "uno de los anclajes uruguayos es el Estado fuerte, no grande" y al respecto remarcó que, al contrario de lo que podría pensarse, "para que sea fuerte, no tiene que tener tanta dimensión".
"Se necesitan instituciones fuertes y para eso hace falta una clara separación de poderes y una democracia fuerte. Esto, queramos o no, se lo debemos a los partidos; sin partidos fuertes es más riesgosa la democracia", agregó Lacalle Pou, en otra clara diferenciación del discurso mileísta en contra de "la casta política".
Para el dirigente del Partido Nacional (Blanco), que llegó al poder integrando una coalición junto a la otra histórica fuerza política, "los colorados", entre otras, los partidos "limitan y contienen, ayudando a la actitud de un gobernante".
"¿Cuál es el deber de un presidente?", se preguntó, para responderse: "Primero, tener valores y principios; segundo, seguir los programas de gobiernos. El tercero -dijo- es gobernar para todos: El que más me quiere y el que menos".
Según dijo, "sin partidos políticos es más riesgosa la democracia", pero también advirtió que "sin un Estado, no todos podemos disfrutar de la libertad. El Estado le tiene que, como le decimos en Uruguay, 'hacer piecito' (al que más le cuesta llegar); tenemos que tener un Estado fuerte para que el individuo pueda gozar del ejercicio de la libertad", explicó.
"Hace un tiempo vi pintada en una pared la frase: 'Firme con las ideas y suave con las personas'. Nunca pensé que, en el cumplimiento de los deberes morales y éticos, esa frase me iba a acompañar todos los días", cerró Lacalle Pou a manera de síntesis.