BUENOS AIRES, 1 Abr. (Mario Poliak) -
Un Vía Crucis en un asentamiento del partido bonaerense de La Matanza debió suspenderse imprevistamente cuando la gente echó a correr, tras una persecución policial a delincuentes que terminó a los tiros.
El obispo de San Justo, la ciudad cabecera de dicho partido, Eduardo Horacio García, emitió un duro comunicado en el que expresó su repudio a la violencia y su preocupación porque los vecinos decidan hacer "justicia por mano propia".
El insólito episodio ocurrió en el barrio de emergencia conocido como "Villa Palito", mientras los feligreses del lugar asistían a la conmemoración del Viernes Santo.
La celebración terminó en desbande cuando arribaron al lugar móviles policiales haciendo sonar sus sirenas, mientras comenzaban a escucharse disparos de armas de fuego, en el marco de una persecución a delincuentes.
La ceremonia se estaba realizando en una plaza del barrio, pero todo terminó en un desbande generalizado mientras se realizaba la representación de las 14 estaciones del Vía Crucis, particularmente cuando Jesús es arrestado y se pone en evidencia la traición de Judas Iscariote.
Vecinos que asistían a la ceremonia religiosa alcanzaron a grabar algunas imágenes del tiroteo, mientras se producía la repentina "diáspora" de asistentes y participantes.
A raíz de estos hechos, el obispo García emitió un comunicado en el que preguntó "¿hasta cuándo?" la violencia y advirtió que "si no hay respuestas que abran horizontes, corremos el riesgo de que la comunidad, que las familias de todos aquellos que buscan una vida buena y digna decidan hacer justicia por sus propias manos, y que el cansancio de los buenos lleve a una guerra entre hermanos, una guerra entre pobres".
El prelado recordó el asesinato de un colectivero en La Matanza ocurrido el año pasado, así como la denominada "masacre de la Tosquera", en el que murieron vecinos de un asentamiento presuntamente a manos de narcos que reclamaban como propios los terrenos ocupados.
También señaló "el fusilamiento en el barrio de San Petersburgo de varios jóvenes y el reparto de armas como regalo de reyes", entre otras señales preocupantes.
"Inseguridad, corrupción, narcotráfico y robo exprés conforman la realidad cotidiana, conviviendo con escenas que estrujan la mirada y el alma, como pibitos de ocho años consumiendo pasta base al borde de la avenida Crovara", describió monseñor García.
Lamentó que, pese a las acciones sociales que vienen realizando la comunidad y el Estado, "sigue siendo el lugar en el que se desangra La Matanza" y advirtió que "los Herodes de hoy multiplican la apuesta con más droga, armas y reclutamiento de más soldaditos a bajo costo, cuando la situación económica apremia".
Comentó finalmente que "a esta realidad, que viene de lejos, la falta de recursos de este momento la ha hecho recrudecer" y, en lo que pareció ser una crítica directa a la política de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el religioso dijo que con "las acciones esporádicas no alcanza. Cuando se revienta un bunker (de droga), aparecen cinco nuevos con más fuerza y protección".
"No se trata de una decisión de seguridad que se limite solamente a agregar más efectivos policiales, se necesita una decisión política abarcativa, fuerte y sostenida en el tiempo, en la cual las acciones no se dilaten por una burocracia social, policial y judicial empastada", concluyó García.