ARGENTINA, 8 May (EUROPA PRESS)
El día miércoles, el Senado argentino rechazó por un solo voto la propuesta del presidente Javier Milei, que buscaba evitar que cualquier persona condenada por delitos como el fraude, registrados el año anterior a las elecciones, pudiera presentarse a comicios. Esta medida, conocida como el proyecto "ficha limpia", contaba con el respaldo de 36 senadores, pero requería de al menos 37 de los 72 miembros de la cámara alta para su aprobación.
Tras este resultado, Milei manifestó su descontento en la red social X, calificando el suceso de "lamentable". Por su parte, su portavoz, Manuel Adorni, criticó duramente a la "vieja política" por "permitirle a los corruptos acceder al poder".
La senadora del opositor Partido Justicialista, Juliana di Tullio, defendió a Cristina Fernández de Kirchner, condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por corrupción, alegando que el proyecto de ley buscaba proscribir a una "persona inocente". Di Tullio argumentó que la ley es "inconstitucional" y contraviene tratados internacionales, afirmando que se estaba entregando el poder político al Poder Judicial.
El proyecto "ficha limpia" abarcaba delitos como el fraude en perjuicio de la Administración Pública, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, entre otros, y establecía que la condena debía ser "confirmada en segunda instancia, dictada antes del 31 de diciembre del año anterior al proceso electoral".
Cristina Fernández fue condenada en noviembre en segunda instancia por una maniobra de fraude al Estado mediante el direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, junto con el empresario Lázaro Báez. Sin embargo, Fernández aún aguarda la resolución del Tribunal Supremo sobre su recurso, manteniendo así abierta la última vía legal para revertir la condena.
Este rechazo al proyecto "ficha limpia" ha generado una polémica en el escenario político argentino, reflejando las tensiones entre distintas visiones de justicia y transparencia electoral en el país.