BUENOS AIRES 29 Ago. (Mario Poliak) -
En las últimas horas se supo que el motivo de la invitación "a comer milanesas" que le hizo el presidente Javier Milei a Mauricio Macri tuvo que ver con los "movimientos" detectados en la SIDE para acceder a causas judiciales contra el fundador del PRO.
Esto ocurrió luego de que los legisladores de este partido intervinieron en los tres reveses que tuvo el oficialismo en el Congreso: la aprobación de la ley previsional, que vetará el Presidente; la elección del radical Martín Lousteau al frente de la comisión bicameral de inteligencia y, particularmente, el rechazo al DNU que otorgó $100.000 millones a la SIDE en concepto de gastos reservados.
Fuentes oficiales citadas por La Nación habrían admitido las maniobras judiciales, pero negaron que fueran parte de una persecución hacia el ex presidente, cuyo entorno reveló que existió un pedido de disculpas de parte del titular de la SIDE, Sergio Neiffert.
Las idas y vueltas entre Milei y Macri son un sello distintivo en la relación entre ambos líderes políticos, que funcionan como aliados en la política económica del Gobierno, pero que mantienen fuertes disputas de poder, nacidas del apoyo que el PRO le brindó al libertario con el que le permitió ganar las elecciones en segunda vuelta.
La cuestión es que Milei y Macri cenaron por cuarta vez en menos de un mes en la quinta de Olivos. Al término del último encuentro, el actual presidente dijo que no había quedado satisfecho con las explicaciones que le brindó uno de sus antecesores en cuanto al comportamiento político de sus legisladores con los proyectos oficiales.
Según consignó el mencionado matutino, la consulta, realizada por abogados de la SIDE, salió a la luz poco después de la sesión de Diputados para tratar el DNU de los gastos reservados. Macri interpretó este hecho como una señal inequívoca de que se venía un "carpetazo" en su contra.
Concretamente, la pesquisa tenía que ver con la causa por espionaje ilegal a ex funcionarios de Macri, jueces, periodistas, allegados e, incluso, familiares, que habría ordenado el ex presidente.
Por el contrario, en la Casa Rosada estiman que estas versiones tienen como único objetivo ensuciar al asesor presidencial Santiago Caputo.
"Con la mira en Caputo, Macri autorizó a Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro, para que motorizara un pedido de informes en la comisión bicameral de inteligencia para que el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, brinde explicaciones y envíe documentación, dada la 'gravedad de los hechos trascendidos', para esclarecer el tema", según consignó La Nación, diario al que se le asigna un vínculo societario con el ex mandatario.