BUENOS AIRES, 26 May. (Mario Polak)-
El Papa Francisco designó como nuevo arzobispo de la ciudad de Buenos Aires a Jorge Ignacio García Cuerva, un ex cura villero y actual obispo de Río Gallegos, Santa Cruz.
García Cuerva, de 55 años, tiene experiencia pastoral con los más vulnerables, ya que misionó en algunos de los barrios más pobres del conurbano y se desempeñó en diversos penales en su función en la pastoral carcelaria bonaerense.
El nuevo arzobispo reemplazará a Mario Poli, quien ayer encabezó su último Tedéum en la Catedral Metropolitana con la asistencia del presidente Alberto Fernández y de todo el gabinete nacional, con motivo de conmemorarse la fecha histórica del 25 de Mayo.
Siguiendo las normas eclesiásticas, Poli presentó su renuncia el pasado 29 de noviembre, al cumplir 75 años, y el Papa lo designó como administrador apostólico de Buenos Aires con las facultades de arzobispo arquidiocesano, hasta que su sucesor haga posesión canónica de su nuevo cargo, en julio próximo.
El nombre de García Cuerva no figuraba entre los candidatos a suceder a Poli. En su lugar, Francisco optó por un hombre con idearios cercanos al del Pontífice, de la línea que el propio Bergoglio suele llamar "pastores con olor a oveja".
García Cuerva nació el 12 de abril de 1968 en Río Gallegos, es abogado y teólogo egresado de la Universidad Católica, y recibió en 1997 su ordenación sacerdotal.
Dentro de la jerarquía eclesiástica, García Cuerva es miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria. En 2021, Francisco lo nombró integrante del Dicasterio para los Obispos. Además, podría ser designado cardenal en el próximo consistorio, según trascendió.