BUENOS AIRES, 25 Mar. (Mario Poliak) -
El ministro de Economía, Luis Caputo, prometió que la inflación de marzo será de un solo dígito, luego del 13,2% de febrero, y estimó que las jubilaciones mínimas tendrán una recomposición total de 64 por ciento.
Al mismo tiempo, el titular del Palacio de Hacienda dijo que el Gobierno planea quitar el cepo cambiario lo antes posible, aunque no señaló una fecha precisa ya que, según dijo, se llevará a cabo "cuando no haya riesgos".
"Tengo expectativa de que la baja de inflación va a suceder más rápido de lo que muchos creen. De hecho, ya sucedió, lo que pasa es que el índice no lo refleja", intentó explicar el ministro.
Según dijo, "la inflación ya está corriendo a niveles de un dígito en general. En alimentos, en la tercera semana de marzo se plancharon. Soy más optimista porque la mayoría de los precios relativos ya los hemos corregido", aseguró.
Asimismo, rechazó que lo comparen con el ex secretario de Comercio del kirchnerismo Guillermo Moreno, por haberse reunido con formadores de precios.
"Cómo va a ser raro que me junte con los formadores de precios. Me preocupo y me ocupo de los precios. Me querían comparar con Moreno, (pero) hay una diferencia. En cómo querés resolverlo. Si veo precios fuera de lo que deben ser me voy a preocupar, pero no voy a intervenir el Indec para hacerle creer a la gente que la inflación es más baja o poner Precios Cuidados. Los hacemos competir", se diferenció.
Al referirse a la situación del sector previsional, Caputo sostuvo que "la verdadera licuación de las jubilaciones vino con las moratorias", que permitieron incorporarse al sistema a millones de personas que no habían hecho los aportes.
Explicó que "hay una base que es la misma desde 2011. Estos, antes con sus aportes soportaban a 2 millones de jubilados; ahora son 6 millones, porque el kirchnerismo metió 4 millones sin los aportes. Las cuentas no dan", advirtió.
Asimismo, atribuyó también esta situación a la vieja fórmula de actualización, que según dijo "es malísima".
Afirmó que en el Gobierno "lo queremos solucionar", pero fustigó que "lo usen políticamente. Estamos hartos de que lo usen. Al 30% que dimos el mes pasado, le estamos sumando 13% de febrero y 12,5% de recomposición, sin tener en cuenta el bono. Por eso, la jubilación mínima va a ser de $172.000. Tendrá una recomposición de 64%", calculó.
En ese sentido, consideró que al decidir aplicar el aumento de las jubilaciones por decreto "se terminó el jueguito político" y aseveró: "Tomamos el toro por las astas, lo sacamos por DNU y a partir de ahora se ajusta mensualmente. El próximo ajuste les hubiera correspondido en junio. Desde abril se ajusta todos los meses", subrayó.
No obstante las palabras del ministro, en el Boletín Oficial se estableció que las jubilaciones se actualizarán a través de la actual fórmula al menos hasta junio, por lo que el anuncio de Caputo se aplicaría recién en el segundo semestre.
En otro orden, el funcionario se refirió a lo que ocurrirá con el cepo y la tan mentada dolarización.
"Queremos sacar el cepo cuando estemos seguros de que no haya riesgo para los argentinos. Antes de eso hay que recomponer el balance del Banco Central. La otra opción es que lleguen nuevos fondos para capitalizar al BCRA", comentó, y agregó que este último "sería una especie de atajo que vamos a explorar".
En cuanto a la dolarización, indicó que "es una última etapa. En principio hay que empezar a crecer desregulando. La primera etapa es la competencia de monedas. Ambas las vamos a hacer cuando estemos listos. No vamos a exponernos a sobresaltos", aclaró.
Caputo también sostuvo la necesidad de seguir ajustando en el sector público, donde según dijo, "todo es negocio". Alegó que allí "se piensa en hacer cosas para cobrar un retorno". Así, manifestó que donde mayor corrupción hay es "en la obra pública, en las empresas, los fondos fiduciarios".
"Cuando arrancaron con las privatizaciones de las empresas pensé que era exagerado, pero ahora que lo veo, habría que privatizar todo", afirmó.
Por último, cuestionó la suba de impuestos del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, afirmando con ironía que "es consistente con lo que piensa. Subiendo impuestos y gastando a lo zonzo. No debería ser una sorpresa", dijo, aludiendo al incremento en la tasa del inmobiliario urbano y rural.
Al respecto, pareció avalar el llamado a la rebelión fiscal del diputado José Luis Espert, con el apoyo del presidente Javier Milei, cuando advirtió que "llega un punto en que alguien puede pensar que lo que se cobra en niveles de impuestos es confiscatorio".