BUENOS AIRES, 6 Jun. (Mario Poliak) -
En un contexto recesivo en el que el consumo hogareño de bienes y servicio cayó 4,5 por ciento en abril, respecto al mismo mes de 2023, los argentinos se vuelcan a las segundas marcas y las promociones para llegar a fin de mes.
La recaudación tributaria de mayo, reflejada en la percepción del IVA, estuvo por debajo de la inflación, lo que da una muestra de la magnitud del parate económico.
La recaudación del mes pasado sumó $13.379.446 millones, es decir 320,9% interanual, ubicándose por encima incluso de la inflación en el mismo lapso de tiempo, que fue de 281,1%, tras permanecer ocho meses negativos. Sin embargo, esto obedece al vencimiento del Impuesto a las Ganancias para las personas jurídicas y lo mismo se espera para junio.
El problema está en el consumo, ya que la recaudación del IVA sigue aun en niveles por debajo de la inflación. Los expertos dicen que lo mismo ocurre con la recaudación en créditos/débitos en cuenta corriente, lo que refleja una menor actividad y nivel salarial. En la ciencia económica esto se denomina "recesión".
Como, por definición, el Impuesto al Valor Agregado se va trasladando desde el productor primario, pasando por toda la cadena de valor hasta llegar al consumidor final, este tributo es el que mejor refleja el nivel de actividad económica.
"Por lo tanto, si el ritmo al que se recauda este impuesto está por encima de la inflación, quiere decir dos cosas: o que los comerciantes están acumulando mercadería o que las personas están consumiendo más. Caso contrario, hay desprendimiento de stock y recesión", explicó el analista Salvador Di Stéfano, citado por Perfil.com.
En ese contexto, "hay una tendencia muy clara de elección de segundas marcas; hoy lo que se busca es precio", señaló, por su parte, la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM).
Según un relevamiento de la entidad en base a datos del INDEC, "el público está recortando productos no esenciales y, al elegir marcas alternativas a menores precios, lleva más cantidad de lo que necesita".
"En el caso de los aceites, siempre sucede que, en momentos de incertidumbre económica, la gente trata de cubrirse de futuros aumentos", agregó CADAM. "Lo mismo ocurre con los productos de limpieza, donde "se reduce el mix y (los consumidores) se vuelcan a los más básicos", como lavandinas, detergentes y esponjas, entre otros.
Respecto a la llegada de nuevos productos importados, en la encuesta se detectaron "muy pocos" o "nula existencia", aunque "se normalizaron varios artículos que estaban en escasez por falta de importación".
En otro orden, CADAM indicó que los mayoristas mostraron que el supermercadismo está atorado en la cadena de pagos. Tal como refirió la cámara en su último informe, también les pega la coyuntura. "Hoy los comercios nos piden mayores plazos de pago, lo que necesitan son planes de financiación para sostener los pecios", sostuvo el informe de abril.