BUENOS AIRES, 16 Abr. (Mario Poliak) -
La pobreza alcanzó a 48,3 por ciento de la población urbana, al sumársele 3,2 millones de nuevos pobres, con lo que se elevó la cifra a 22,6 millones de personas en esa condición, según la estimación de la Universidad Di Tella.
El abrupto aumento de la pobreza se debe a la alta inflación registrada de enero a marzo, que rondó el 45 por ciento, sin contar el 20,5 de diciembre.
Según el Nowcast de Pobreza de dicha casa de estudios, la tasa de pobreza fue 48,3% para el semestre octubre-marzo. El informe, al que tuvo acceso el portal Infobae, consignó que "la incidencia proyectada es un promedio ponderado de una tasa de pobreza estimada en 44,9% para el cuarto trimestre de 2023 y 51,8% para el primer trimestre de 2024".
El indicador estima la incidencia de la pobreza medida en términos del porcentaje de personas que viven en hogares pobres, en forma semestral, actualizado todos los meses en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec junto a las variaciones de la Canasta Básica Total del organismo, la inflación y a la proyección de los deciles de ingreso total familiar.
El porcentaje determina que 14,2 millones de argentinos viven en hogares urbanos pobres, sobre un total de 29,3 millones.
Ahora, si se proyecta la población total, es decir, incluyendo a las zonas rurales y de baja densidad demográfica, la pobreza llegaría a 22,6 millones de personas, sobre un total de 46,8 millones.
Asimismo, si se toma cuenta que en 2023 había 19,4 millones de personas en esa condición, no cabe duda de que el salto en la pobreza fue muy importante en los últimos meses.
Ya ese mismo año había subido la pobreza: 41,7% de la población no lograba cubrir los gastos de la canasta básica, en tanto la tasa de indigencia (los que no cubren sus necesidades alimentarias) fue de 11,9%, equivalente a 5,5 millones de personas.
Un año atrás, 39,2% de las personas era considerada pobre en la Argentina y 8,1 indigente; hace seis meses, esas cifras ya habían escalado hasta 40,1% y 9,3 por ciento.
En definitiva, el avance de la indigencia fue más rápido: de un año a otro la pobreza creció 2,5 puntos porcentuales, y la indigencia 3,8 puntos.
El empeoramiento de los indicadores sociales se dio en paralelo con números favorables en los porcentajes de desempleo, lo que da cuenta de que el fenómeno está más explicado por la marcada caída del poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones.
La inflación cerró 2023 en 211,4 por ciento, la cifra interanual más alta en tres décadas.