MADRID 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los hijos mayores del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro --Flávio, Carlos y Eduardo-- han dejado entrever en los últimos días su malestar con algunos de sus socios a los que han criticado por querer sustituir a su padre en vísperas de que dé comienzo su juicio por el intento de golpe de Estado de 2023, y en medio de su indecisión para elegir un candidato para las generales de 2026.
Flávio Bolsonaro, senador por Río de Janeiro, afirmó esta semana que no es el momento de ningunear a su padre, sino el de mostrarle "solidaridad", criticando de manera velada las evidentes aspiraciones del mejor colocado para ocupar ese puesto en la oposición para enfrentarse al presidente Lula da Silva el año próximo, el gobernador de Sao Paulo, Tarcisio de Freitas.
"Las elecciones son dentro de año y medio. No conozco ningún candidato a la Presidencia que haya tenido éxito anticipándose tanto. Normalmente nadie aguanta tanto tiempo y acaba quemándose", valoró el mayor de los vástagos del expresidente.
Esa misma semana, De Freitas participó en un acto con empresarios en el que además de plantear una alternativa para derrotar a Lula, escuchó a Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL) --formación de Bolsonaro a la que él no pertenece--, sugerir su afiliación para concurrir como candidato a esa cita.
Esas declaraciones disgustaron especialmente a Eduardo, en Estados Unidos desde febrero haciendo proselitismo a favor de la liberación de su padre, hasta el punto de que, según fuentes del partido, podría abandonarlo para emprender su propia carrera a la Presidencia si De Freitas recoge ese guante, informa 'O Globo'.
Eduardo ha criticado que estos sectores de la derecha les están "chantajeando" con estas propuestas de sustituir al patriarca de los Bolsonaro, en un momento además en el que se ha de enfrentar a un "juicio injusto". Estas "prisas", afirma, solo buscan forzar al cabeza de familia a tomar una decisión que no pueda revertir.
"Lo advierto ya para que no vengan después con la letanía de que estoy desuniendo a la derecha o siendo radical: con chantaje no conseguirán nada", publicó en X junto a una fotografía de su padre y hermanos, entre ellos Carlos, a quien no ha gustado que sus socios actúen como si nada antes del juicio a su padre.
En redes sociales, el concejal por Río de Janeiro reprochó a la "supuesta derecha" su "absoluta falta de humanidad" hacia quien "les permitió alzar el vuelo", en clara alusión a su padre, al mismo tiempo que "fingen normalidad" en un momento en el que "el Tribunal Supremo se prepara para el mayor teatro jamás visto en la historia de Brasil".
VISITAS BAJO ARRESTO DOMICILIARIO
Ante el revuelo causado, Costa Neto tuvo que matizar que el candidato del PL a la Presidencia seguía siendo Bolsonaro, o quien él designara. Si bien De Freitas es tenido en cuenta por el expresidente, algunos dentro del partido dudan de que en caso de ganar apueste por el indulto.
Este jueves, Costa Neto ha visitado por primera vez a Bolsonaro en su casa de Brasilia desde que fue puesto bajo arresto domiciliario por el caso del golpe de Estado. El encuentro ha servido para comenzar a elaborar la estrategia de cara al próximo año, aunque el candidato presidencial ha estado fuera del debate.
El PL se marca como objetivo lograr la mayor influencia posibles en el Senado a fin de lograr el consenso suficiente para iniciar un proceso de destitución a los jueces del Tribunal Supremo, según ha publicado la prensa brasileña.
Asimismo, se ha abordado el futuro político de la familia Bolsonaro, entre ellos el de Flávio, que se confirma que se presentará a la reelección de su escaño en la Cámara Alta por Río de Janeiro. Las novedades son la aparición en escena de la ex primera dama Michelle Bolsonaro para un asiento por Distrito Federal y de Carlos, previsiblemente por el estado de Roraima, si bien no cuenta con tanta unanimidad.
Más compleja es la situación de Eduardo, diputado por Sao Paulo, que corre el riesgo de perder su escaño si continúa sin regresar a Brasil, donde corre el riesgo de ser detenido, después de su imputación por intentar entorpecer la investigación en contra de su padre por la ya mencionada trama golpista.
La elección del candidato presidencial no ha formado parte de un encuentro que pretende servir para limar asperezas internas, aunque Bolsonaro ahora parece más abierto a ceder el testigo ante el peso de lo que está por venir.
Esa insistencia de Bolsonaro por erigirse como cabeza de cartel de la derecha en las próximas elecciones ha contrastado con su realidad jurídica. A la previsible condena por su participación en intento de golpe, se suma ya una inhabilitación hasta 2030 por abuso de poder político y uso indebido de los medios estatales.
En junio de 2023, el Tribunal Superior Electoral consideró probado que Bolsonaro incurrió en ambos cargos al utilizar el Palacio de la Alvorada para organizar una reunión con embajadores y diplomáticos extranjeros para intentar convencerles de la supuesta falta de fiabilidad del sistema electoral brasileño.
La Justicia sostiene que ese y otros episodios previos a las elecciones de octubre de 2022, cuya derrota tardó en reconocer mientras sus seguidores seguían en las calles pidiendo una intervención militar de las instituciones, fueron fundamentales para el asalto al Congreso y al Supremo en enero de 2023.
Mientras continúa la incertidumbre, las encuestas muestran un empate técnico entre un cara a cara electoral entre De Freitas y Lula, que tampoco ha anunciado su candidatura de manera oficial, si bien ha mostrado su predisposición siempre que la salud le acompañe. Para entonces, el presidente brasileño contaría con 80 años recién cumplidos.