Publicado 08/11/2025 18:31

EEUU contempla la designación de los dos cárteles más grandes de Brasil como organizaciones terroristas

Archivo - Imagen de la detención de Vinicius Henrique Silva De Oliveira, "El Sepulturero", uno de los principales sicarios del Primer Comando de la Capital
Archivo - Imagen de la detención de Vinicius Henrique Silva De Oliveira, "El Sepulturero", uno de los principales sicarios del Primer Comando de la Capital - Europa Press/Contacto/Marcelo Chello - Archivo

El Primer Comando de la Capital y el Comando Vermelho se convierten en el nuevo objetivo de la guerra antidroga de la Casa Blanca MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

Estados Unidos ya contempla abiertamente la designación de los dos cárteles de la droga más grandes de Brasil, el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho (el Comando Rojo) como organizaciones terroristas, según ha avanzado el fiscal especial Lincoln Gakiya y confirmado a Bloomberg fuentes de la Administración norteamericana.

Gakiya, fiscal de la Gaeco (la unidad especial contra el crimen organizado del estado de Sao Paulo), ha indicado que Washington comenzaría en primer lugar por el PCC, la organización criminal más grande del país, nacida en la prisión paulista de Taubaté, antes de extender probablemente la designación al Comando Vermelho, la organización criminal de Río de Janeiro, objetivo de una sangrienta redada policial a principios de mes que se saldó con más de 120 muertos.

"Desde el momento en que Estados Unidos realiza esta clasificación, entiende que se trata de organizaciones que representan un riesgo para la soberanía estadounidense", ha explicado Gakiya en una entrevista en el marco de las operaciones que el Ejército estadounidense está ejecutando, en medio de críticas de ONG por su brutalidad, "en la región del Caribe, en Venezuela y en otras partes del mundo".

Un alto funcionario estadounidense, que solicitó el anonimato al tratarse de información clasificada, ha confirmado que es probable que el Gobierno de Trump aplique la designación a ambos grupos, pero aún no ha tomado una decisión definitiva. El Departamento de Estado norteamericano no ha hecho comentarios.

A principios de este año, Estados Unidos designó a varios cárteles de la droga -entre ellos el Tren de Aragua de Venezuela y la MS-13 de El Salvador- como organizaciones terroristas extranjeras, una medida que amplía la capacidad de Washington para imponer sanciones, compartir información de inteligencia y desplegar recursos adicionales.

"El Tren de Aragua es menos poderoso que el PCC en cuanto a número de miembros y recursos financieros", afirmó Gakiya, de 58 años, quien ha dedicado las últimas dos décadas a investigar el ascenso del PCC, desde una pandilla carcelaria de São Paulo hasta convertirse en el mayor cártel de la droga de Sudamérica.

El Gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha rechazado las anteriores peticiones de la Administración Trump para que se catalogue a las organizaciones criminales brasileñas como terroristas, argumentando que su motivación es el dinero y no la ideología. El Congreso de Brasil debate ahora mismo un proyecto de ley que propone clasificar a los grupos criminales como organizaciones terroristas, lo que ejerce presión sobre el presidente.

Gakiya criticó la propuesta brasileña, afirmando que no tendría ninguna repercusión en las decisiones de Estados Unidos y que contribuiría poco a los esfuerzos de Brasil para investigar y desmantelar los grupos criminales. La medida no logra atacar sus redes financieras ni proporciona las herramientas de aplicación de la ley necesarias para frenar sus operaciones, ha afirmado

En cambio, Gakiya ha expresado su teoría de que estos grupos deberían clasificarse como organizaciones de tipo mafioso en Brasil, ya que sus acciones se rigen por el afán de lucro y no por motivos religiosos, políticos o étnicos, como suele ocurrir con los grupos terroristas.

"Estos grupos criminales tienen las características típicas de las mafias", ha declarado. "Buscan el control territorial, se infiltran en las instituciones estatales y corrompen a los funcionarios públicos", ha añadido.

REPRESIÓN EN RÍO

El debate en Brasil sobre cómo combatir a los narcotraficantes se ha intensificado durante la última semana tras una brutal represión policial en Río.

La operación del 28 de octubre, supervisada por el gobernador derechista del estado de Río, Claudio Castro, tenía como objetivo a los líderes del Comando Vermelho, que se ha extendido desde las favelas de las laderas de la ciudad a amplias zonas de Brasil en los últimos años. En los barrios densamente poblados de Río, se produjeron tiroteos con la policía fuertemente armada, lo que acabó elevando el número de muertos a los tres dígitos.

Si bien algunos funcionarios electos de derecha y algunas encuestas de opinión pública han mostrado su apoyo a la acción policial a pesar del derramamiento de sangre, Gakiya declaró que consideraba la redada un fracaso. "Es inaceptable que haya muertos, incluso en una zona dominada por el crimen organizado", ha afirmado. "Ninguna muerte es bienvenida, ni la de un delincuente ni mucho menos la de un policía", ha añadido.

Gakiya contrastó los enfrentamientos de Río con la Operación 'Carbono Oculto' de este año, la mayor operación contra el crimen organizado en Brasil. Sin causar ni una sola muerte, la operación desarticuló una red de lavado de dinero vinculada al PCC que blanqueó al menos 52.000 millones de reales (unos 9.500 millones de euros) en ganancias ilícitas.

"Necesitamos planificar estas incursiones cuidadosamente para evitar cualquier pérdida de vidas. Nuestro objetivo debe ser recuperar y reconquistar estos territorios", ha concluido Gakiya.

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