Publicado 11/11/2025 10:00

Noboa ironiza con el trato a los presos en su nueva cárcel de máxima seguridad: "Ya empezará la quejadera"

Un grupo de reos custodiados por militares para su traslado a una cárcel en Ecuador.
Un grupo de reos custodiados por militares para su traslado a una cárcel en Ecuador. - PRESIDENTE DE ECUADOR EN X

MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha ironizado con las posibles protestas que pueda suscitar el trato dado a los 300 presos, entre ellos el exvicepresidente Jorge Glas, que han trasladado a la nueva cárcel de máxima seguridad de Santa Elena, inspirada en el mediático Cecot del presidente salvadoreño, Nayib Bukele.

"Ya empezarán con la quejadera", ha escrito en su cuenta de X junto a la publicación de una fotografía con el supuesto pelo de los reclusos a los que han afeitado la cabeza, tal y como se ve en otras imágenes en las que les da la "bienvenida" a esta prisión, que forma parte de sus promesas electorales.

El centro penitenciario de Santa Elena, a quien Noboa ha bautizado como Cárcel del Encuentro, fue una de las dos cárceles al 'estilo Bukele' que prometió durante la convulsa campaña electoral de 2023. En apenas dos años han levantado estas instalaciones en una zona boscosa y desapacible de la costa suroeste de Ecuador.

Menos suerte tuvo el otro proyecto con el que pretendía levantar otro centro de las mismas características en la provincia de Napo, en pleno Amazonas, en donde se encontró con el rechazó de las comunidades locales.

La Cárcel del Encuentro, cuya construcción también se topó con las protestas de la única comunidad rural que sitúa a sus alrededores, fue presupuestada en 45 millones de euros, se extiende sobre 16,2 hectáreas para meter entre sus muros a más de 730 personas, muy lejos de los 14.500 que alberga la mayúscula construcción del Cecot, la más grande de América Latina y de las mayores de todo el mundo.

Sin embargo, al igual que la penitenciaria de Bukele, ha sido levantada para hacer hueco a los pandilleros de las varias bandas criminales, en un momento en el que Ecuador arrastra una de sus peores crisis de seguridad de las últimas décadas, y para la que Noboa ha decretado el estado de conmoción interna.

La puesta en escena del traslado de estos primeros 300 presos ha sido similar, si bien sin tanta espectacularidad, a la que suele desplegar el presidente Bukele cuando informa del envío de una nueva remesa de pandilleros al Cecot, admirado y cuestionado a partes iguales.

El traslado de estos 300 presos se ha dado horas después de que se produjera una nueva masacre en una cárcel ecuatoriana, en esta ocasión en la de Machala, en la provincia vecina de El Oro, que se saldó con una treintena de muertos y varias decenas de heridos, en otra muestra del precario sistema penitenciario del país.

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