MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -
Las ONG Plan International y Save the Children han alertado este martes en un nuevo informe que los niños y niñas que migran a través de territorio mexicano se enfrentan a situaciones de peligro, separación familiar e inseguridad en la frontera norte del país.
El número de niños menores no acompañados en México se ha incrementado de forma considerable en los últimos años debido a la violencia, la pobreza y los desplazamientos por el cambio climático, pasando de 69.500 en 2019 a más de 137.000 en 2023.
Las ONG han advertido en el informe --basado en 155 entrevistas a niñas, niños y adolescentes migrantes-- que los menores se encuentran solos al llegar a sus destinos en barrios inseguros, con albergues saturados y que en muchas ocasiones no tienen acceso a educación.
En concreto, casi dos de cada tres niños en Ciudad Juárez salieron acompañados, si bien solo un tercio llegó a su destino junto con un padre, madre o tutor. La separación hace que muchos menores, especialmente niñas, sean más vulnerables a escenarios de violencia como la explotación, la trata o el reclutamiento forzoso.
Asimismo, provoca un importante desgaste emocional en los menores, que cargan con un fuerte sentimiento de abandono. En medio de toda esa incertidumbre, el acceso a servicios de salud mental para los menores es prácticamente inexistente, han alertado.
"Este estudio revela que niños y niñas migrantes no encuentran seguridad al cruzar la frontera con México; lo que encuentran es más miedo, más espera y más tiempo perdido. Ningún niño o niña debería enfrentarse a esta situación, especialmente después de haber recorrido un camino tan peligroso en busca de protección", ha dicho la directora ejecutiva de Plan International, Reena Ghelani.
En este sentido, ha explicado que muchos de los niños incluso barajan volver a los mismos lugares de los que han huido ante la falta de acceso a refugios seguros, educación y atención en salud mental. "Esa nunca debería ser su única opción", ha sentenciado.
El informe revela además que en Reynosa una de cada tres niñas llevaba más de seis meses en albergues para desplazados ubicados zonas inseguras, donde se incrementan los riesgos de que sean víctimas de violencia sexual y de género o de explotación.
La directora de Programas y Ayuda Humanitaria de Save the Children en México, Fátima Andraca, ha afirmado que a las niñas migrantes "se les niega de forma sistemática sus derechos fundamentales", especialmente a la educación y a la protección.
Estrella, una niña de 8 años, aprendió a protegerse ante situaciones inseguras. "Cuando alguien nos miraba o nos hacía sentir incómodas, decíamos que íbamos a buscar agua o al baño, para poder alejarnos o encontrar una forma de no volver", relata a las ONG.
Otro de los desafíos es el acceso a la educación. Casi tres cuartas partes de los niños y niñas entrevistados acudían a la escuela antes de salir de viaje, si bien más de la mitad ya no volvían a las aulas durante su periplo. La situación empeora aún más debido a trabas administrativas y al aumento de la discriminación contra la población migrante.
Por todo ello, las ONG han hecho un llamamiento urgente a los países para que se fortalezcan los sistemas de protección a la infancia en las ciudades fronterizas, además de que se garantice el acceso inclusivo y seguro a la educación, así como a los servicios de salud mental.