Publicado 24/08/2025 03:54

Ecuador.- La desnutrición crónica amenaza el desarrollo de uno de cada cinco niños en Ecuador

Archivo - Una mujer con su hijo en una de las comunidades apoyadas por World Vision en Ecuador
Archivo - Una mujer con su hijo en una de las comunidades apoyadas por World Vision en Ecuador - WORLD VISION - Archivo

World Vision trabaja para combatir esta lacra: "Es bonito cómo los niños pueden empezar a ser niños"

MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

La desnutrición crónica infantil ha sido históricamente uno de los grandes lastres dentro de la situación humanitaria en Ecuador, fruto de una múltiplicidad de causas que van desde contextos de pobreza a la desinformación de las familias en zonas aisladas y a las que ONG como World Vision intentan combatir sobre el terreno.

Ecuador cuenta con una Encuesta Nacional sobre Desnutrición Infantil (ENDI), en la que se refleja que el 17,5 por ciento de los niños menores de cinco años sufren esta situación, un dato que se eleva al 19,3 por ciento si sólo se tienen en cuenta a los menores de dos años.

No es un problema nuevo, sino que "es un desafío de décadas" en Ecuador, como explica el director de World Vision en el país sudamericano, Esteban Lasso, en una entrevista a Europa Press en la que avisa de que el ENDI deja entrever también diferencias regionales.

En la zona andina o en la Amazonía, donde World Vision desarrolla programas propios y otros en colaboración con autoridades locales, hasta cuatro de cada diez niños sufren desnutrición, mientras que por colectivos preocupa la incidencia entre comunidades indígenas o madres adolescentes, apunta Lasso.

Los efectos de una mala alimentación se dejan notar en el desarrollo cognitivo y físico de los niños. El 36,9 por ciento de los niños de entre 6 y 23 meses vive con anemia y Lasso reconoce que en algunos casos son visibles los efectos del hambre en menores con tallas más bajas a la que corresponde a su edad o que apenas juegan, "letárgicos".

Parte de los programas de World Vision van enfocados al acompañamiento y a la formación de familias en los primeros mil días de vida, para recordar la importancia de medidas básicas de higiene como el lavado de manos, fomentar la lactancia materna --uno de cada dos niños de seis meses no recibe en Ecuador lactancia materna exclusiva-- o promover el consumo de proteínas mediante alimentos fáciles de conseguir de forma autónoma como la quinoa o las lentejas, por ejemplo, enseñando en cocinas comunales recetas con estos productos.

Lasso incide, además, en la "distorsión" de algunas prácticas alimentarias fácilmente solventables, ya que en algunas comunidades indígenas que sí cultivan plantas como la quinoa se da la circunstancia de que venden el producto en mercados locales para poder comprar carbohidratos que no serían tan nutritivos.

LA INCIDENCIA FUNCIONA

El responsable de World Vision, no obstante, incide en que este tipo de atenciones funcionan y han permitido por ejemplo que nueve de cada diez bebés nazcan ya sin problemas de desnutrición en las regiones donde existen programas y que, entre los niños que la sufren, al menos la mitad hayan podido salir del pozo.

Lasso pone como ejemplo el caso de una madre de familia que vive a una hora del centro de salud más cercano y que, gracias a las visitas personalizadas, presume ahora de medidas de higiene y aplica en su casa lo que pudo aprender en las denominadas "cocinas vivas".

Su hija, de dos años, está empezando ya a moverse con normalidad y camina "muy bien", como explica Lasso. "Es bonito cómo los niños pueden llegar a su potencial y empezar a ser niños", celebra.

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