MADRID 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, se ha mostrado "decepcionado" con Moscú por su oferta sobre un acuerdo para el suministro de gas que solo dura hasta que finalice el año a pesar de meses de negociaciones.
El anterior acuerdo con la gasística rusa Gazprom, gracias al cual Serbia recibe gas ruso en su territorio, tenía una duración de tres años. Sin embargo, tras su finalización, la opción dada por Rusia se limita a tres meses, en medio de las sanciones occidentales a las empresas rusas y la continuación de la invasión de Ucrania.
Vucic ha pedido a la población que no "entre en pánico" y ha asegurado que "buscará una solución", aunque ha admitido no tenerla todavía, en declaraciones dadas en una entrevista telefónica realizada en el tabloide Informer.
Aún así, el presidente serbio cree que todavía hay margen para negociar y ha anunciado que este lunes hablará con Rusia para continuar conversando, para lo que primero escuchará la oferta que llegue desde el país ruso.
Vucic se encuentra entre la espada y la pared debido a que hace pocos días el Departamento del Tesoro de Estados Unidos confirmó las sanciones a la petrolera serbia Naftna Industrija Srbije (NIS), que cuenta con una participación de un copropietario ruso en la compañía, escollo por el cual las negociaciones con Rusia se vuelven más complicadas.
"NIS informa al público que no ha obtenido la Licencia Especial del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos que permite realizar operaciones comerciales ininterrumpidas", anunció la empresa serbia en un comunicado.
Ante esta situación, el mandatario serbio ha pedido Washington y a Moscú que resuelvan sus disputas. "Tenemos que sacar las castañas del fuego, ni culpables ni endeudados. No tenemos ninguna culpa en este conflicto geopolítico", ha sostenido.
Asimismo, ha justificado sus conversaciones con la parte rusa debido a que lleva "meses apelando a los estadounidenses".
"Los estadounidenses nos dijeron que firmáramos: no les impondríamos sanciones, solo firmen la nacionalización. No pude dar mi palabra, es lo último que haríamos. No robamos la propiedad ajena. Serbia se enorgullece de su ordenamiento jurídico", ha indicado sobre una posible maniobra para cambiar de propiedad la petrolera serbia.