ARGENTINA, 6 Aug (EUROPA PRESS)
En un revolucionario descubrimiento en Göbekli Tepe, al sur de Turquía, científicos determinaron que las antiguas marcas en un pilar de piedra, de aproximadamente 12.000 años de antigüedad, constituyen probablemente el calendario solar más antiguo conocido, erigido como un homenaje al catastrófico impacto de un cometa que transformó drásticamente la civilización humana.
Este antiguo complejo, adornado con símbolos tallados de manera intrincada, puede haber registrado un monumental evento astronómico que desató un cambio fundamental en la sociedad humana. Investigaciones recientes revelaron que la comunidad de esa época tenía la capacidad de documentar sus observaciones del sol, la luna y las constelaciones, creando así un calendario solar para llevar un registro del tiempo y señalar el cambio de estaciones.
Análisis detallados de las formas en V talladas en los pilares desvelaron que cada V podría significar un día individual, permitiendo a los científicos identificar un calendario solar de 365 días compuesto por 12 meses lunares y 11 días adicionales. Un día especial, el solsticio de verano, es representado de manera única por una V decorada con la figura de una bestia parecida a un pájaro, interpretada como la representación de la constelación del solsticio de verano de aquel tiempo.
Este hallazgo sugiere que las tallas podrían ser el calendario lunisolar más antiguo conocido, basado tanto en las fases de la luna como en la posición del sol, datando miles de años antes que otros calendarios de este estilo. La importancia de estas marcas podría radicar en su propósito de registrar la fecha del impacto de un cometa en la Tierra hace casi 13,000 años, marcando el comienzo de una mini edad de hielo y provocando cambios significativos en la vida y agricultura humanas, fundamentales para el surgimiento de la civilización en Asia occidental.
Además, un pilar parece ilustrar la corriente de meteoros Táuridas, emanando de Acuario y Piscis durante 27 días, lo que también confirma la habilidad de los antiguos para documentar fechas a través de la precesión, un fenómeno astronómico conocido mucho después por Hiparco de la Antigua Grecia.
Estos descubrimientos no solo resaltan la importancia de las tallas a lo largo de milenios, sugiriendo la posible creación de una nueva religión o culto tras el impacto de un cometa, sino que también apoyan la teoría de que la Tierra enfrenta un incremento en impactos cometales a medida que cruza la trayectoria de tales fragmentos.
El Dr. Martin Sweatman, de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Edimburgo y líder de la investigación, destacó, "Parece que los habitantes de Göbekli Tepe eran observadores entusiastas del cielo, lo que es de esperar dado que su mundo fue devastado por el impacto de un cometa. Este evento pudo haber desencadenado la civilización al iniciar una nueva religión y motivar el desarrollo de la agricultura para hacer frente al clima frío. Posiblemente, sus intentos de registrar lo que vieron son los primeros pasos hacia el desarrollo de la escritura milenios después".
Este estudio se encuentra publicado en Time and Mind, ofreciendo una nueva luz sobre cómo eventos astronómicos antiguos podrían haber modelado el curso de la historia humana.