ARGENTINA, 22 Oct (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Duke revelan que El Niño y La Niña impactaron el clima hace 250 millones de años
Un reciente estudio de modelado llevado a cabo por científicos de la Universidad de Duke, junto con colaboradores, arrojó luz sobre la antigüedad y la intensidad de los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña, descubriendo que estas oscilaciones climáticas existieron y muchas veces tuvieron una magnitud superior a la que presenciamos actualmente, remontándose hasta hace 250 millones de años.
Los investigadores utilizaron herramientas de modelado climático avanzadas, similares a las empleadas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) para analizar el cambio climático hacia el futuro, pero con la dirección invertida para explorar el clima de la Tierra en eras pasadas. A pesar de las limitaciones computacionales que impedían modelar cada año de forma continua a lo largo de un lapso tan extenso, lograron realizar "cortes" en periodos de 10 millones de años, sumando en total 26 experimentos.
El estudio, publicado en la revista PNAS, sugiere que estos episodios de oscilación entre temperaturas más cálidas y frías ocurrieron incluso cuando los continentes estaban ubicados en posiciones distintas a las actuales. "En cada experimento, vemos una oscilación del sur de El Niño activa, y casi siempre es más fuerte que lo que tenemos ahora, algunos mucho más fuertes, algunos ligeramente más fuertes", comentó Shineng Hu, profesor asistente de dinámica climática en la Escuela Nicholas de Medio Ambiente de la Universidad de Duke.
Este fenómeno, que altera significativamente los patrones climáticos globales, afectando las lluvias y las sequías en diversas regiones del mundo, fue estudiado bajo distintas condiciones, incluyendo cambios en la distribución de tierra y mar, variaciones en la radiación solar y diferencias en los niveles de CO2 atmosférico.
Interesantemente, en el periodo Mezozoico, hace aproximadamente 250 millones de años, América del Sur formaba parte del centro de Pangea y estas oscilaciones se presentaron en el océano Pantalásico, al oeste del supercontinente. Los resultados del estudio enfatizan la importancia de la estructura térmica oceánica y el "ruido atmosférico" provocado por los vientos superficiales, factores que parecen determinantes en la magnitud histórica de estas oscilaciones.
La investigación destaca no solo la importancia de las temperaturas oceánicas sino también la influencia de los vientos superficiales en la dinámica de estos fenómenos climáticos. "Por lo tanto, parte del objetivo de nuestro estudio es que, además de la estructura térmica del océano, también debemos prestar atención al ruido atmosférico y comprender cómo van a cambiar esos vientos", añadió Xiang Li, un posdoctorado en Duke y primer autor del estudio. Esta investigación abre nuevas puertas hacia la comprensión del comportamiento climático pasado de nuestro planeta, ofreciendo perspectivas únicas sobre cómo el clima de la Tierra ha cambiado y evolucionado a lo largo de millones de años.