MADRID 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Visitar un restaurante con estrella Michelin es mucho más que sentarse a comer: detrás de cada plato hay una secuencia pensada al milímetro y un ritmo de servicio que forma parte de la experiencia. Por eso ciertos gestos que en otros locales pasan desapercibidos, aquí pueden alterar ese equilibrio. Pero ¿cuáles son exactamente?
El chef Andrés Torres, propietario del restaurante Casa Nova -galardonado con una estrella Michelin-, lo explica en un vídeo publicado en el perfil de TikTok @XperienceCaixabank junto al actor Jordi Ríos. En él comentan varios comportamientos habituales que muchos comensales no consideran problemáticos, pero que sí pueden interferir en el trabajo de sala y cocina.
LO QUE NO DEBERÍAS HACER EN UN RESTAURANTE MICHELIN
La primera recomendación de Torres es avisar siempre antes de levantarse a ir al baño. Puede parecer exagerado, pero la explicación es sencilla: los platos están pensados para servirse a una temperatura exacta y en un orden concreto. Si un comensal abandona la mesa sin avisar, la cocina pierde el control del timing y el plato puede estropearse.
Otra de las normas que más debate ha generado es no pedir sal. En un restaurante de este nivel, el punto de sabor forma parte de la propuesta del chef y está calibrado al detalle, por lo que añadir sal altera la intención del plato. "No me pidas un refresco", añade también, porque el maridaje -ya sea en forma de botella o de propuesta a copas- está pensado para acompañar cada elaboración y potenciar sus matices.
Torres insiste además en que no conviene compartir los platos. Aunque en restaurantes informales es habitual, en un menú degustación cada elaboración está diseñada para disfrutarse de principio a fin por la misma persona. Lo mismo ocurre con mezclar elementos que llegan separados en el plato: cada componente tiene su secuencia y está pensado para probarse de forma independiente.
EL PORQUÉ DE ESTAS NORMAS Y CÓMO INTERPRETARLAS
Ríos interviene en el vídeo para recordar que en un restaurante Michelin "esta gente hace un currazo", especialmente para que los platos salgan a tiempo y a la temperatura ideal. Por eso algunas normas buscan proteger el trabajo del equipo y garantizar que la experiencia sea la que se ha diseñado en cocina.
Lejos de entenderse como imposiciones estrictas, estas recomendaciones ayudan a comprender cómo funciona un menú degustación y por qué ciertos gestos -como levantarse sin avisar, compartir un plato o mezclar elaboraciones- pueden romper la experiencia gastronómica que el chef busca transmitir.