Publicado 14/10/2025 03:30

Dos de cada tres alumnos considera que la comida del comedor escolar no es buena: "Era poco apetitosa, sabía todo igual"

Archivo - Detalle de una de las bandejas de la comida en el comedor del CEIP Juan Ramón Jiménez. A 10 de septiembre de 2024, en Sevilla (Andalucía, España). El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, preside el acto de apertura del curso escol
Archivo - Detalle de una de las bandejas de la comida en el comedor del CEIP Juan Ramón Jiménez. A 10 de septiembre de 2024, en Sevilla (Andalucía, España). El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, preside el acto de apertura del curso escol - María José López - Europa Press - Archivo

Educo revela que los menores dan un aprobado justo al comedor: Valoran mal la comida, creen que hay demasiadas normas y poca escucha

MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

El 27% de los alumnos españoles valora la comida de los comedores escolares como mala o muy mala, mientras que la mayoría (39%) la califica como aceptable (ni mala, ni buena) y un 34% la califica como buena o muy buena.

Así lo refleja Educo en su informe 'Comer en el cole: alimentación, educación y equidad. La visión de niñas, niños y adolescentes sobre el espacio comedor', elaborado a partir de una encuesta realizada a más de 1.600 adolescentes de entre 12 y 18 años de toda España.

Aunque el 94,5% reconoce que el comedor escolar aporta beneficios, destacando la conciliación familiar (47,6%) y la socialización y la creación de amistades (38,8 %), la valoración media del espacio apenas alcanza un 3 sobre 5.

"Es preocupante que, después de más de mil comidas a lo largo de la primaria, el espacio comedor no reciba una valoración más positiva. Esto nos dice que hay un amplio margen de mejora", subraya la directora general de Educo, Pilar Orenes.

Para la ONG, el espacio comedor "es parte del derecho a la educación; es un lugar que educa, protege y enseña a convivir que debería formar parte del proyecto educativo de los colegios y dejar de ser tratado como un servicio complementario y desvinculado muchas veces de las normas del centro". Sin embargo, los resultados de la encuesta muestran "importantes carencias".

La mayoría de alumnos considera que la comida es saludable y variada (83,6% y 83,5%, respectivamente). "La comida era poco apetitosa, sabía todo igual", asegura Andrés (14 años, Andalucía).

El 32,2% cree que la temperatura de la comida del comedor escolar es inadecuada. "La comida era muy procesada, como si llevara mucho tiempo ahí", comenta Pablo (14 años, Andalucía).

Además, el 26,6% de los alumnos critica que las raciones son insuficientes. "Salía con hambre. Las raciones eran ridículas", afirma Adriana (16 años, Madrid). Otros muestran su preferencia por la comida elaborada en el propio centro, frente a la que llega de catering.

Para la inmensa mayoría, lo mejor del espacio comedor es poder jugar y estar con los amigos y amigas (90,5 %). "Estaba deseando quedarme en el comedor para poder jugar después", dice Helen (12 años, Asturias).

Sin embargo, el alumnado denuncia la existencia de demasiadas normas y castigos: el 56% afirma que se queda sin patio si no come suficiente y el 27% que tiene que comer deprisa. Tan solo el 4% de los chicos y chicas afirma que en su comedor no existía ningún tipo de castigo al no cumplir las normas marcadas.

VALORAN EL PAPEL DE LOS MONITORES DEL COMEDOR

La figura de los monitores es clave en la experiencia y vivencia del comedor escolar. Chicos y chicas coinciden en valorar su papel y reconocen que no es fácil gestionar la comida, los tiempos, la convivencia y los conflictos, pero piden mejor trato.

Entienden la necesidad de reglas, pero que sean justas. La paciencia destaca como la cualidad más apreciada (un 51% cree que es fundamental), seguido de hablar con calma y sin gritos (43%), la simpatía (33%) y el respeto (32%). Entre sus tareas, valoran que les motiven a comer (32%) y les ayuden a resolver los conflictos (29%).

"Los monitores y monitoras hacen una labor fundamental y compleja, pero los niños y niñas piden más acompañamiento y educar siempre en el buen trato. Paciencia, respeto y diálogo deben estar en el centro", apunta Orenes.

El alumnado pide juego libre y poder ejercer su autonomía. Un 64,8% valora tener tiempo no estructurado y poder elegir a qué jugar y un 53,8% poder elegir con quién jugar.

Sin embargo, la investigación muestra que uno de cada seis estudiantes se siente solo o excluido en este espacio. "Es muy triste sentirse solo y sentirte invisible", cuenta Jordi (15 años, Cataluña).

Otros, ni siquiera tienen la oportunidad de vivir el espacio comedor de forma alguna: chicos y chicas hablan con claridad sobre la "insuficiencia" de becas y la "injusticia" que representa para quienes no pueden permitírselo: "Hay personas que necesitan mucho las becas, pero no se las dan. Entonces, si tú ves que alguien lo necesita, pues dale la beca", comenta Laura (14 años, Madrid).

La encuesta también recoge las opiniones en cuanto a la participación infantil que se puede ejercer en este espacio. Aunque el patio del recreo de comedor es uno de los pocos momentos del día en el que niños y niñas pueden decidir por sí mismos, la inmensa mayoría (94,7%) considera que se debería escuchar más su opinión.

"Que cuenten con la opinión de los niños para organizar sus vidas y debatir si sus ideas son buenas o no", dice Martín (15 años, Galicia). "Los únicos que podían participar eran los padres y el director. Los padres no están ahí, y el director casi no se mete", puntualiza (Xosé, 15 años, Galicia).

Para Educo, que ha trabajado ya con 30 centros promoviendo la participación en el diseño del espacio comedor, esta es una oportunidad para darle protagonismo a la infancia y construir ciudadanía desde la escuela.

Por todo ello, la ONG pide a las administraciones públicas que avancen hacia un modelo de 'Espacio Comedor 5 Estrellas' que sea universal y gratuito, integrado en el proyecto educativo, saludable y sostenible, con infraestructuras adecuadas y donde la voz de la infancia sea escuchada.

Asimismo, reclama que se reconozca el rol educativo del personal, que cuente con suficiente formación, incluyendo la formación en buen trato y protección de la infancia, y con condiciones laborales dignas. "Un comedor de calidad no es un gasto, es una inversión en educación y bienestar de la infancia, y en igualdad de oportunidades", concluye la directora general de Educo.

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