Publicado 18/09/2025 06:59

¿Podrá aterrizar Hayabusa2 en su asteroide final? Solo mide 11 metros

Impresión artística del aterrizaje de  Hayabusa 2 en el asteroide 1998 KY26
Impresión artística del aterrizaje de Hayabusa 2 en el asteroide 1998 KY26 - JAXA

MADRID 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

Astrónomos han utilizado observatorios de todo el mundo para estudiar el asteroide 1998 KY26, revelando por sorpresa que es casi tres veces más pequeño y gira mucho más rápido de lo que se creía.

Con apenas once metros de diámetro resulta que es comparable en tamaño a la propia nave espacial japonesa Hayabusa2, cuya misión es aterrizar en la roca espacial dentro de seis años.

"Hemos descubierto que la realidad del objeto es completamente diferente a la descrita previamente", afirma el astrónomo Toni Santana-Ros, investigador de la Universidad de Alicante quien dirigió un estudio sobre 1998 KY26 publicado en Nature Communications.

Las nuevas observaciones, combinadas con datos de radar previos, han revelado que el asteroide tiene tan solo 11 metros de ancho, lo que significa que podría caber fácilmente dentro de la cúpula del telescopio unitario VLT utilizado para observarlo. Además, gira aproximadamente el doble de rápido de lo que se creía: "¡Un día en este asteroide dura solo cinco minutos!", afirma. Datos anteriores indicaban que el asteroide tenía unos 30 metros de diámetro y completaba una rotación en aproximadamente 10 minutos.

SERÁ DIFÍCIL 'BESAR' AL ASTEROIDE

"El menor tamaño y la mayor velocidad de rotación medidos ahora harán que la visita de Hayabusa2 sea aún más interesante, pero también aún más desafiante", afirma en un comunicado el coautor Olivier Hainaut, astrónomo del European Southern Observatory (ESO). Esto se debe a que la maniobra de aterrizaje, en la que la nave espacial "besa" el asteroide, será más difícil de realizar de lo previsto.

1998 KY26 será el asteroide objetivo final de la nave espacial Hayabusa2 de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA). En su misión original, Hayabusa2 exploró el asteroide 162173 Ryugu, de 900 metros de diámetro, en 2018, y trajo muestras de asteroides a la Tierra en 2020. Con combustible restante, la nave espacial fue enviada en una misión extendida hasta 2031, cuando se prevé que se encuentre con 1998 KY26, con el objetivo de aprender más sobre los asteroides más pequeños. Esta será la primera vez que una misión espacial se encuentre con un asteroide diminuto; todas las misiones anteriores visitaron asteroides con diámetros de cientos o incluso miles de metros.

Santana-Ros y su equipo observaron 1998 KY26 desde la Tierra para apoyar la preparación de la misión. Debido a que el asteroide es muy pequeño y, por lo tanto, muy débil, su estudio requirió esperar a un encuentro cercano con la Tierra y utilizar grandes telescopios, como el VLT de ESO en el desierto de Atacama, Chile.

Las observaciones revelaron que el asteroide tiene una superficie brillante y probablemente consiste en un trozo sólido de roca, que podría haberse originado a partir de un fragmento de un planeta u otro asteroide. Sin embargo, el equipo no pudo descartar por completo la posibilidad de que el asteroide esté compuesto por montones de escombros ligeramente adheridos. "Nunca hemos visto un asteroide de diez metros in situ, así que no sabemos realmente qué esperar ni qué aspecto tendrá", afirma Santana-Ros, también afiliada a la Universidad de Barcelona.

"Lo sorprendente es que descubrimos que el tamaño del asteroide es comparable al de la nave espacial que lo visitará. Además, pudimos caracterizar un objeto tan pequeño con nuestros telescopios, lo que significa que podremos hacerlo con otros objetos en el futuro", añade Santana-Ros.

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